Superación PersonalSe que te falta tiempo, que tal vez practicar un método de relajación no está en tus prioridades, el trabajo, los niños, la economía….Todas estas cosas te absorben completamente y ¡No tienes tiempo!.
Pero te voy a explicar una forma de cambiar rápidamente tus estados de estrés y desánimo.
Cambiando tu fisiología
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Cuando estás cansado, preocupado, tenso, percibes el mundo de manera muy diferente que cuando estas animado y relajado.
¿Verdad que lo que deseas en esos malos momentos es cambiar tu estado de ánimo?
Lee bien esto: El estado en el que te encuentras determina como percibes la realidad. En consecuencia tus decisiones y comportamientos dependen de esto.

No se puede experimentar un sentimiento o emoción sin que haya un cambio en tu cuerpo, e igualmente no puede haber un cambio en tu cuerpo sin que haya un cambio en como te sientes. Es importante tomar conciencia de esto para poderlo utilizar en tu beneficio.

Cuando estás con desánimo, cansancio, tu cuerpo lo refleja con un patrón respiratorio pobre, hombros caídos, cierta expresión, mirada baja, etc.

¿Quieres cambiar este estado con rapidez?:
Adquiere una postura erguida, echa los hombros atrás, respira profundamente con el tórax, eleva tus ojos hacia arriba, cabeza alta….Este cambio envía rápidamente mensajes a tu sistema nervioso y a tu cerebro, modificando tu estado anterior a uno de ánimo, vitalidad, energía, tus pensamientos empiezan a ser más positivos, más claros, acordes a tu nueva fisiología. Es muy poderoso.

Una vez te das cuenta de cuales son tus patrones físicos en ciertos estados negativos, puedes cambiarlos a otros de recursos beneficiosos con facilidad. Practica, experimenta y comprobarás lo eficaz que es.

Otro ejemplo: Estás con estrés, tensión, tu respiración es rápida y superficial, los músculos de la nuca y cara están contraidos, tu pensamiento está confuso…. Sólo tienes que respirar lenta y profundamente mientras destensas tus hombros, aflojas la tensión de tu abdomen, relajas tu mirada y empiezas a moverte de forma más lenta como si todo se ralentizase. Adopta la actitud de estar en dominio de la situación, verás como tu forma de percibir las cosas mejora momento a momento sin hacer grandes esfuerzos.

Lo que ocurre es que tu fisiología está enviando señales a tu cerebro de nuevos recursos, y tu sistema nervioso hace los cambios necesarios para adecuarse a ellos. Ocurre de forma muy evidente con la risa, los muchos músculos faciales tienen gran influencia en nuestra neurología, por eso cuando esbozamos y mantenemos una sonrisa aunque no tengamos ganas, se ponen en marcha rápidamente estos mecanismos de cambio y nos sentimos mejor.
Igualmente, cambiando nuestras representaciones mentales, provocamos cambios en nuestros estados, pero tal vez esto nos cuesta un poco más de realizar que unos simples cambios en nuestra fisiología. Cuerpo y mente se influyen mutuamente para formar un todo equilibrado.

Piensa en como quieres sentirte, no en cómo te sientes.
Que postura, que respiración, que expresión facial reflejan ese estado que quieres, adóptalo y mantén esa fisiología hasta que notes el cambio que se produce. Si no sabes como hacerlo, “imagínate” como lo harías si supieras o piensa en otra persona que refleje ese estado de ánimo, funciona también. Hay una frase que dice: Se empieza simulando y se acaba creyendo.
Realmente esta es una de las formas más rápidas de influir en nuestros estados de ánimo.

Te invito a desarrollar el hábito de hacerlo cada vez que estés en un tiempo muerto, esperando a alguien, cuando tu computadora está “pensando”, en la cola de la tienda….

¿Por qué no ahora?. Mientras lees esto, ponte recto en la silla, afloja tus hombros, respira tranquilamente, sonríe y nota los cambios.

Coméntame que dificultades tienes para cambiar de ánimo, que te frustra, estaré contestando.

Gracias,
José Boral